jueves, 24 de junio de 2010

Cosas que pasan

Para empezar el post de hoy voy a dedicar las primeras líneas a desearle, con un día de retraso, un muy feliz cumpleaños a mi marido.

Ahora si, a lo nuestro. Ha sido otra semana agitada, pero no tanto como la pasada… El sábado pasado y el lunes (que fue feriado) me dediqué a juntarme con mis compañeros de equipo de “actores” para laburar en el trabajo práctico de dicha materia.

El trabajo práctico se basaba en reproducir una escena de una película. Dos actores (los más buena onda del mundo!) debieron entregarse a nuestra dirección. El martes fue la presentación (en vivo). Teníamos a nuestros compañeros de cursada y a la titular de la cátedra (dígase de paso que es una grosa) mirando atentamente. A mí me tocó hablar. NERVIOSSSSSS. Al principio pensé que me iba a paralizar, pero no fue así. Por suerte todo salió excelente! La presentación salió mejor de lo que me había imaginado, hubo aplausos y la profesora se acercó a saludar a los actores. La sensación fue genial. Terminó la presentación y aplaudí como si hubiera terminado una obra de teatro, y salí corriendo a abrazar a los actores… esto me llevó a darme cuenta de algo que jamás se me hubiese ocurrido… creo que quiero dirigir teatro! JA!.

Pasando ligeramente a otro tema, estuve tratando de ponerle una excusa a mi torpeza… o mi descuido mejor dicho, pero creo que no la hay. El lunes, saliendo hacia lo de mi compañera, quise atravesar mi habitación, pero no lo logré del todo… mi cuerpo siguió la trayectoria dispuesta, pero la trayectoria de mi pierna quedó obstruida por mi cama. No puedo describir el dolor que sentí, solo les puedo mostrar esta foto de mi pierna luego del golpe, y decirles que en ese momento, no fui capáz de reproducir ningún sonido. Ahora, no es que yo sea torpe, si no que las cosas están mal ubicadas, además, estaba nerviosa por la presentación de martes…


El miércoles me pasó algo peculiar. Salía del laburo con mi camperota y mi mochila, y me llega un mensajito de texto de mi gran amiga Bel (o Wanda), el cual decía que estaba por la zona, por ende, nos encontramos en la esquina de mi trabajo. Nos abrazamos, felices de encontrarnos, y la acompañé a su trabajo (que queda a unas pocas cuadras del mío). Antes de que ella entre a laburar, nos sentamos en una mesita del shopping donde está su sucursal de trabajo. Charlamos gratamente unos minutos, y luego ella partió hacia el local, y yo partí hacia mi hogar. Me calcé los auriculares, y salí contenta cantando. Caminaba feliz al ritmo de la música, sin preocupaciones. Llegué a la parada del 17 (justito llegaba uno) y me subí al bondi. Saqué las monedas del bolsillo, le pedí al chofer $1.25, saqué el boleto y me dispuse a poner mi mochila hacia adelante para no molestar con el bulto… peeeeeeeroooooooo… algo faltaba…. OH NO! MI MOCHILA! Bajé en la misma parada donde me subí, le mandé un mensaje a Belu para avisarle, y salí rapidito (sin correr, ya iba dispuesta a haberlo perdido todo) hacia el shopping. Por suerte Belu recibió mi mensaje y llegó a tiempo a agarrar mi mochila antes de que alguien me la hurtara. Lo genial es que nunca desesperé… evidentemente lo material ya no me calienta tanto.


Belu me dijo algo que creo se aplica bastante bien, me dijo: “Sos una pancha!” AMEN u.u


Lau

2 comentarios:

Mundo Imperfecto dijo...

JAJAJAJA TRES COSAS
1. Capa! Directora! :)
2. Como te quedo la pierna, corazoncitoooo!!
3. SOS UNA COLGADAAA!!! no es que no te importa lo material, es que te drogas, querida!! jajaja Mis alumnitos de tercero se olvidan la mochila! jajaja

y un plus: me encanto la foto de J! jajja

Te loveo mucho

Bonete dijo...

Lo de la droga no es mi culpa! acá la amiga Yamila es la dealer!!! y yo solo soy una pobre víctima de la sociedad!